Es indudable que enfocar la actividad de mantenimiento hacia el predictivo ha supuesto un avance y representa una alternativa al preventivo sistemático o al correctivo. No obstante, afirmar que el predictivo puede sustituir completamente al mantenimiento sistemático es, cuando menos, bastante arriesgado. Afirmar eso tiene tanto rigor como afirmar que todos los equipos hay que llevarlos a correctivo o en todos los equipos hay que hacer un mantenimiento sistemático.
Imaginemos un equipo que debe funcionar 8, 760 horas al año, ¿Seguro que el predictivo es la alternativa? Imaginemos una turbina de gas de gran tamaño. El objetivo de disponibilidad es muy alto, por encima del 95%. Si hoy detectamos vibraciones y paramos para solucionarlo, mañana detectamos problemas en el aceite y paramos para solucionarlo, hacemos una boroscopía y hay problemas en el álabe, y abrimos la turbina (un mes) para solucionarlo, otro día la bomba de lubricación tiene una temperatura muy alta en un rodamiento, y paramos, poco después detectamos con termografía un problema en el alternador o en el transformador, y paramos… ¿sería posible conseguir más de un 95% de disponibilidad, que es por cierto una cifra muy habitual en este sector?
La respuesta es no. En las instalaciones que requieren de una altísima disponibilidad, el mantenimiento no puede basarse únicamente en el mantenimiento predictivo. Es imprescindible basarlo en el mantenimiento sistemático, de forma que una vez al año haya una parada de mantenimiento en la que se revisen determinados equipos, cada 2-4 años se sustituyen sistemáticamente los elementos de desgaste, se cambia el aceite, se revisa la información eléctrica de forma exhaustiva, etc. Además de eso, durante el tiempo de funcionamiento la planta va a estar muy vigilada de forma predictiva, realizándose boroscopias, termografías, análisis de vibraciones, aceite, medición de espesores, etc. Si se detecta un problema, sería una gran desgracia en donde se tendría que parar la planta. Pero si el mantenimiento sistemático se hace correctamente, el diseño de la instalación y la selección de equipos es apropiada, el preventivo sistemático puede dar un resultado estupendo, que el predictivo por sí solo sería incapaz de ofrecer.
Hay equipos, además, que se llevan a correctivo si más. Es el caso de equipos duplicados de bajo costo y poca responsabilidad. No merece la pena hacer termografías, análisis de vibraciones, análisis amperimétricos, o análisis de aceite.
Todo indica que las técnicas predictivas no son herramientas generalistas, y se aplicará siempre que un equipo lo justifique económicamente, o sea, en aquellos equipos cuyos fallos sean catalogados como críticos e importantes para una planta.
Por tanto, aun siendo las técnicas predictivas de gran importancia y que han supuesto un paso adelante en el mundo del mantenimiento, no es posible afirmar que todo el mantenimiento de cualquier planta industrial deba basarse en tareas condicionales, dependiendo del resultado de las inspecciones predictivas.
La calidad de los servicios cuando se ofrecen servicios de mantenimiento predictivo
Un contrato de servicios de mantenimiento predictivo suele tener un alto costo, porque los conocimientos son muy especializados y porque los equipos que se emplean son caros.
Cualquier empresa que ofrezca servicios de mantenimiento predictivo debe contar con la mejor herramienta posible en el mercado. Eso supone:
- Tener herramienta actualizada, que debe reponerse y amortizarse en plazos cortos, generalmente inferiores a dos años. En este tiempo la tecnología suele haber tenido avances muy significativos que hacen que una empresa que no haya actualizado su equipo lo tenga medio obsoleto.
- Tener un conocimiento muy exhaustivo de esa herramienta y de sus posibilidades.
Así, una empresa no puede ofrecer servicios de termografía infrarroja si no dispone de una cámara con una resolución mayor a 200 X 200 pixeles; o no puede ofrecer servicios de análisis de vibraciones si no dispone de los mejores sensores, el mejor equipo y el mejor software de análisis; tampoco puede ofrecer servicios de boroscopia una empresa con una máquina de observación sin posibilidad de registro de imágenes.
Por tanto, hay que distinguir claramente entre los equipos para mantenimiento que puedan formar parte de la herramienta de un departamento y los equipos que deben tener las empresas que ofrezcan servicios de mantenimiento predictivo.
El informe tras una inspección predictiva
El cliente, en realidad contrata un servicio de mantenimiento predictivo para obtener un informe que detalle el estado exacto en el que se encuentra su equipo. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de las técnicas predictivas son técnicas que evalúan la evolución de una máquina, por lo que no es conveniente ni práctico contratar un servicio de inspección predictiva para una sola medida puntual, sino que es conveniente estudiarse la evolución en el tiempo. Las conclusiones del informe tendrán mayor rigor y validez si analizan esta evolución.
Este informe y sus conclusiones deben ser precisos y exactos. No debe contemplar vaguedades o dibujar una situación de forma imprecisa. Un buen informe debería reflejar todos los hallazgos de funcionamiento incorrecto encontrados, sus causas y qué debe hacer el cliente para corregirlo.
Así, un mal informe detallaría:
- Que una máquina presenta, por ejemplo, un nivel de vibraciones superior al aceptable.
- Que hay que parar la máquina y revisarla.
En cambio, un buen informe indicaría lo siguiente:
- Que en un punto determinado el nivel de vibraciones es alto.
- Cuál ha sido la evolución de ese parámetro en las últimas mediciones efectuadas.
- Cuáles son las posibles causas que pueden provocar esa situación.
- A la vista de los datos estudiados, cuál es la causa exacta, de entre las expuestas, que se corresponde con las observaciones y medidas obtenidas, descartando el resto.
- Qué debe hacer el cliente para corregirla.
En la medida de lo posible, los informes que presenta una empresa contratista deben ser realizados por un análisis experto, y no debe confiarse en los análisis automáticos que hacen determinados equipos, por muy buen software que posea el equipo. Las empresas que carecen de equipos adecuados, de los analistas experimentados y que entregan informes precisos o incorrectos acaban perdiendo sus contratos, y lo que es peor, hacen que la confianza que tengan los clientes y los técnicos en las técnicas de mantenimiento predictivo queden mermadas.
La importancia de llevar a la práctica los informes de las conclusiones
Las técnicas de mantenimiento predictivo, contrario a lo que muchos piensan, no mantienen una planta industrial. Solo señalan una serie de anomalías que es necesario corregir. Por supuesto, si después de los hallazgos que se realizan gracias a la aplicación de estas técnicas no se corrigen, no se llevan a la práctica los resultados de los informes, estas técnicas no tienen ninguna utilidad.
Esto es obvio y puede parecer un comentario absurdo y vacío. Pero la realidad demuestra cómo en muchas ocasiones se contrata un servicio de mantenimiento predictivo o se comparan las herramientas y se forma a los especialistas, se realizan las mediciones en los equipos que se van a vigilar y después las conclusiones que se obtienen no se llevan a la práctica. En demasiadas ocasiones se identifica un rodamiento en mal estado, un embarrado con una temperatura excesiva, un defecto en un álabe, un contaminante en un aceite que indica un fallo en un cojinete, etc.: el especialista determina que hay que llevar a cabo una determinada intervención, lo refleja así en su informe y la reparación nunca se efectúa. Si no se tiene la intención de llevar a la práctica las conclusiones de los informes, es más interesante no llevar a cabo estas técnicas.
Para facilitar la puesta en práctica de las conclusiones es necesario, desde luego:
- Tener la firme voluntad de hacerlo.
- Tener confianza en la valoración que realiza el técnico. Por ello una vez más es necesario destacar que los especialistas que llevan a cabo las mediciones predictivas deben estar muy formados en la técnica que están aplicando, para poder fundamentar sus conclusiones y generar confianza en el responsable de mantenimiento o en quien deba tomar la decisión para realizar una intervención en un equipo.
- Realizar informes claros y precisos, sin vaguedades, sin múltiples opciones que puedan ser causantes de los mismos efectos (lo que supone que podrían ser diferentes actuaciones las que se propones, y que por tanto dificulta la decisión a tomar) y bien fundamentados. Así, un informe no podría indicar que un problema de vibraciones puede ser debido a deslizamiento, desequilibrio o excentricidad del eje: debe indicar cuál de los tres es el problema y fundamentarlo correctamente.
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