Pros y contras entre comprar un equipo nuevo o rentarlo

Para los propietarios de negocios que necesitan ciertos equipos como computadoras, maquinaria o vehículos para operar, hay mucho que considerar. Más allá de simplemente sopesar los costos generales de comprar o arrendar una pieza de equipo, también es necesario considerar el mantenimiento, las deducciones de impuestos, la flexibilidad, entre otros.

Cuando usted comienza a notar que la eficiencia de los equipos en su empresa comienza a disminuir a pesar de contar con los mantenimientos correspondientes, es una buena idea considerar a fondo los pros y los contras de arrendamiento contra compra. En ciertas circunstancias, el costo-beneficio de una opción puede superar fuertemente a la otra.

Arrendamiento

Pros:

Este método es bueno para el equipo que necesita ser actualizado a menudo porque puede adquirir tecnología actualizada más fácil y más rápido. Si necesita actualizar su equipo anualmente para mantenerse competitivo, el arrendamiento le permite evitar que su producción se pare o tenga falta de competitividad en el mercado cuando llega su obsolescencia.

Hay menos gastos por adelantado con el arrendamiento porque usted tiene pagos fáciles y predecibles. Usted no tiene que lidiar con una suma global grande para comprar lo que necesita, por lo que es más fácil presupuestar el equipo durante un período de tiempo más largo.

El arrendamiento es a menudo 100% deducible de impuestos como un gasto operacional.

El arrendamiento es flexible y ofrece más opciones cuando se trata del tipo de equipo que se obtiene. Usted no está tan restringido por altos costos iniciales u otras vacilaciones para probar algo nuevo que puede ayudar a su negocio.

Con el arrendamiento, usted no paga por el mantenimiento. Si algo se rompe o tiene problemas debido al desgaste normal, la empresa de arrendamiento se encarga de la poner el equipo en marcha nuevamente.

Contras:

Usualmente paga costos más altos con el tiempo que en una compra por adelantado. La mayoría de las opciones de arrendamiento requieren que se pague el interés también.

Puesto que usted no posee el equipo, no tendrá la opción de venderlo una vez que haya terminado su tiempo de vida útil o su proceso cambie por mejoras de sus productos, por lo que no hay potencial para hacer cualquier dinero por venta del equipo.

La duración disponible de los términos de arrendamiento puede ser más larga de lo que necesita. Acuerdos estrictos pueden obligarle a pagar y mantener una pieza de equipo por un período de tiempo más largo del que requiere, lo que resulta en fondos y espacio desperdiciados. Esto puede ser especialmente difícil para piezas grandes de equipo que necesita durante un corto período de tiempo.

El mantenimiento corresponde a las especificaciones de la empresa de arrendamiento, por lo que puede ser difícil arreglar las cosas. En algunos casos, usted puede estar en desacuerdo sobre lo que la compañía de arrendamiento debe ser responsable, y cuando se proceda con las reparaciones, es posible que tenga que esperar para arreglar las cosas que necesitan atención inmediata.

La disponibilidad de productos puede ser limitada dependiendo del inventario de refacciones de la compañía de arrendamiento. Su elección de marcas o modelos podría estar fuera del inventario de refacciones del proveedor o no se llevan en absoluto, por lo que podría tener que conformarse con los tiempos que el proveedor determine para una reparación.

Comprar

Pros:

Usted será el dueño del equipo, por lo que puede hacer cualquier modificación necesaria. El mantenimiento también está en sus manos, por lo que puede asegurarse de que los problemas se solucionen de inmediato. No tendrá que esperar a que los problemas se aborden o necesita permiso para realizar cambios.

Usted tiene la opción de vender el equipo cuando haya terminado su aprovechamiento, lo que le permite recuperar parte del costo.

Es posible que pueda aprovechar una deducción de depreciación para el equipo que ha adquirido para su negocio.

Comprar es más fácil porque usted no tiene que lidiar con acuerdos y contratos. Usted simplemente escoge el equipo que necesita y pagar por ello. Esto funciona muy bien para equipos más pequeños que son fáciles de almacenar, así como equipos que tiene una larga vida.

Usted tiene control completo sobre lo que obtiene porque no está limitado por las acciones de una compañía de arrendamiento. Si desea un modelo o marca en particular, tiene la capacidad de ordenar exactamente eso.

Contras:

Usted tendrá un mayor costo inicial en comparación con los pagos mensuales más bajos que pueden ser más fáciles de manejar en el presupuesto. Puede ser difícil pagar por equipo costoso en una sola exhibición monetaria. Los costos iniciales más altos pueden impedirle comprar exactamente lo que usted desea y puede obligarle a conformarse con una opción de menor costo. También existe la opción de obtener financiamiento de equipo que utiliza el equipo real como garantía de su préstamo, asegurando tasas de interés muy bajas, suavizando los pagos y facilitando mejoras cíclicas.

Para la tecnología que llega a estar obsoleta rápidamente, usted está comprometido con el equipo porque usted lo posee. A continuación, tiene que decidir si vale la pena seguir utilizándolo, repararlo, almacenarlo o venderlo.

Usted es responsable de todo el mantenimiento, incluyendo los costos. Esto puede ser caro dependiendo de qué problemas se encuentran, y hacer reparaciones no siempre es simple. Usted podría potencialmente cargar con los costos del equipo roto que usted no puede volver o vender. Vigile la garantía del producto para ver si cubre las reparaciones y por cuánto tiempo.

Determinar los costos de los equipos a través de cualquiera de los métodos debe incluir consideraciones de deducciones fiscales y/o el potencial valor de reventa. Tenga en cuenta los ingresos potenciales derivados de la utilización de cada equipo, la rapidez con que el equipo estará obsoleto, el tamaño del equipo y los costos generales. Cada decisión sobre el arrendamiento o compra de equipo debe hacerse cuidadosamente para adaptarse mejor a la situación y necesidades de su empresa.

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